A 4.200 metros de altura en la frontera de Argentina con Chile en medio de la Puna en Los Andes aparecen en un paisaje casi lunar , Los Monjes de la Pacana (Centinelas de Tara o Moais de Tara por el parecido de algunas formaciones con las formaciones de Isla de Pascua), son unos imponentes pilares de piedra, ubicados verticalmente en la planicie cercana al Salar de Aguas Calientes. Por sus delgadas y azarosas formas similares a las siluetas de monjes es que se les llamó así. Hay quienes defienden la tesis que el nombre de centinelas fue otorgado por caminantes que los veían como protectores del lugar, por su gran tamaño y en muchas ocasiones con parecido a figuras humanas.
Estas bellas formaciones rocosas, de características volcánicas, fueron moldeadas durante millones de años por la erosión del viento. Formaciones lunares, extrañas, caprichosas, son algunas de las expresiones que uno tiene al ver los Monjes de la Pacana.
Para acceder a estos monumentos naturales se debe emprender camino desde San Pedro de Atacama hacia el paso Jama por la ruta ch-27.
Antes del ingreso de la explanada, existen cientos de metros de formaciones provocadas por las erupciones volcánicas y por el agua de hielos que existieron aquí hace miles de años. Generalmente en el lugar se realizan excursiones durante todo el año, pues no hay grandes variaciones climáticas y está muy cercano a otros lugares turísticos como el Salar de Tara, el salar de Puja, el Salar de Aguas Caliente.
Es común que por el sector se paseen animales muy característicos del altiplano como lo son las vicuñas y los flamencos, pues es en esa zona, la del salar de Aguas Calientes, donde consiguen su principal alimento. Además en tiempos más antiguos, los caminos que conducían hasta este sector sirvieron como rutas de pastoreo para algunos camélidos pues allí existía gran cantidad de vegas y bofedales.
Impresionantes formaciones geológicas que se presentan con enormes pilares de piedra, asemejan a gigantes monjes que cuidan el lugar. Son un conjunto de estructuras rocosas tipo columnas, que se conservaron de tiempos geológicos como testimonio de los eventos volcánicos ocurridos en el Terciario. Estos monjes vigilan la tranquilidad del salar de aguas calientes donde caminan y se alimentan vicuñas, flamencos y otros animales característicos del Altiplano. Se sitúa al este de San Pedro de Atacama y se accede por el camino internacional Jama (a la Argentina), se recorren el total cerca de 120 kilómetros. En este sector se encuentran estructuras volcánicas y planos ondulados producidos por la erosión. Permite la observación de formas modeladas por el viento de gran belleza, como son los Guardianes o Monjes de la Pacana, enormes pilares de piedra que se elevan verticales y solitarios sobre la arena del desierto.