Tierra de Gauchos de Güemes




























Tierra de Gauchos de Güemes

El gaucho es un tipo de vaquero característico de las llanuras y zonas adyacentesnota  de Argentina, Uruguay, Paraguay, Chaco boliviano, sur del Brasil (Río Grande del Sur, Santa Catarina, Estado de Paraná, Mato Grosso del Sur) y el sur de Chile. Se identificaba e identifica por su condición de hábil jinete y por su vínculo con la proliferación de vacunos en la región, además de por las actividades económicas y culturales derivadas de ella, en especial la del consumo de carne y la utilización del cuero.

Aparecido en el curso del siglo XVIII hasta mediados del siglo XIX, fue un habitante semi-nómada, con autonomía personal considerable. Los sistemas de trabajo impuestos por algunos terratenientes luego de la independencia dieron forma al particular régimen clientelar del peón de campo.

A la mujer gaucha tradicionalmente se le ha llamado "china" (en quechua: muchacha y por extensión hembra), "paisana", "guaina" (en el norte litoraleño), "gaucha", "prenda".

Casi desaparecido como tal a principios del siglo XX, el gaucho conserva un papel importante en el sentimiento nacionalista de Argentina y Uruguay, así como independentista de Río Grande del Sur. Habiendo sido actor importante de las guerras de la independencia y civiles, y desarrollado una literatura original, la literatura gauchesca, uno de sus ejes temáticos fue la denuncia de la injusticia social, que tuvo como punto culminante los libros El gaucho Martín Fierro (1872) y La vuelta de Martín Fierro (1879).

Mantiene semejanzas con otros caballeros, no por ser precisamente un trabajador sino como habitante del campo, y sobre todo como jinete, como por ejemplo: el charro mexicano, el huaso chileno, el llanero colombo- venezolano, el cowboy estadounidense, el vaquero paraguayo (el actualmente llamado "vaquero" en Paraguay muchas veces también ha recibido por razones históricoculturales el nombre de gaucho





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Martín Tatta
DOMA NATURAL. Martín Tatta es un autodidacta domador de caballos. Nacido y criado en una estancia del tradicional y gauchesco pueblo de San Antonio de Areco, a 110 kilómetros de la Capital Federal, Martín ha vivido y trabajado entre los caballos de toda su vida y durante los últimos 11 años ha estado presentando con su yegua Milonga un espectáculo demostrativo para los turistas que se acercan al histórico pueblo de Don Segundo Sombra.
 (diario Clarin)"
Apenas parece que esté haciendo algo, por eso es tan especial" explica Nally. "He visto a otros domadores recurrir a las riendas y manipular la cabeza de los caballos hacia atrás y hacia adelante, pero no Martín. Él es firme y suave y consigue trabajar con ellos. Tiene un don. Ha nacido con él".

Los gauchos son la versión argentina de los vaqueros estadounidenses, fácilmente distinguibles por su estilo de vestir, sus sombreros peculiares, su costumbre de beber mate, sus cinturones de plata y sus perneras de cuero. Históricamente han sido vistos como una especie de forajidos estoicos, ellos mismos una especie difícil de domar.

Un gaucho sin caballo simplemente no es un gaucho, explica Andrea Vigil, directora del histórico Museo del Gaucho, en el mismo poblado.



























Martín Tatta, haciendo doma de MANSEDUMBRE SIN VIOLENCIA


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Si bien la palabra gaucho o gauchesco se ha utilizado en diferentes circunstancias con sentidos variados, con referencia tanto al poblador de las zonas rurales de gran parte del Cono Sur (particularmente del Cono Sur en su vertiente al este de los Andes), como a una forma de cultura, en los primeros tiempos se utilizó para designar un tipo de habitante de las Sierras del Este de la Banda Oriental, las llamadas “tierras de nadie”, las fronteras entre los dominios español y portugués. Los “gauchos” y sus antecesores los “gauderios” y “changadores” lograban subsistir, compartiendo y mezclándose con guenoas y otros pueblos nativos, los recursos naturales de la zona, y más especialmente, el abundante ganado cimarrón que se había reproducido ampliamente en las praderas de dicho territorio. Originalmente se utilizaban las palabras vagabundo o bagamundo, changador, forajidos, y más tardíamente, gauderíos, para este grupo social "cimarrón" y multiétnico.

La denominación "gaucho" recién se comienza a utilizar en forma habitual en las últimas décadas del siglo XVIII, denominando un cierto tipo rural independiente y rebelde de orígenes criollos, que no obedecía ni aceptaba las rutinas sociales y de trabajo impuestas por las autoridades.

La palabra propiamente dicha aparece por primera vez en un documento escrito en 1771 refiriéndose a ciertos "malhechores" que se escondían en la Sierra a una cierta distancia de Maldonado, tal vez en la misma Sierra de los Rocha o sus adyacencias.[cita requerida] Se trata de una comunicación del comandante de Maldonado, Pablo Carbonell, enviada a Buenos Aires al virrey Juan José Vértiz, fechada el 23 de octubre de 1771







Desde sus "refugios" en las sierras del este, los gauchos y gauderíos se trasladaban al oeste para ir a buscar tropas y rebaños que llevaban hacia el este, ya sea a lo largo de la costa hacia las poblaciones portuguesas más cercanas, o en algunas ocasiones a la costa de Castillos, donde las vendían a expediciones europeas (sobre todo francesas). El pasaje de ganado desde la mitad sur de la Banda Oriental hacia Brasil era posible tanto por las zonas costeras, a lo largo de las lagunas, donde además había rinconadas naturales que facilitaban el trabajo, como por la Cuchilla Grande en tierras del Cerro Largo. La zona de Cerro Largo que era un camino natural, un área descampada dominantemente ondulada de praderas sin mayores escondites naturales. Los caminos de la costa, en cambio, tenían numerosas zonas serranas en sus cercanías donde los "gauchos" podían refugiarse cuando venían las patrullas españolas. Las serranías de Ánimas, Carapé y de la Ballena  tenían la desventaja de estar demasiado cerca de los destacamentos militares de Maldonado. Por esa razón es probable que los primeros núcleos gauchos se hayan refugiado en las zonas serranas rochenses, en particular detrás de la Sierra de los Rocha.

Es destacado mencionar además, que a partir del Tratado de Madrid y hasta la modificación de los límites algunos años más tarde, la frontera entre España y Portugal había estado ubicada en la zona de los Castillos (hoy conocida como Cabo Polonio); el primer marco estaba en una punta rocosa al oeste de este Cabo, en el cerro Buena Vista, en el Cerro de la India Muerta y así sucesivamente hasta llegar a la Cuchilla Grande.

La Sierra de los Rocha era la última antes de llegar a dicha línea fronteriza y tal vez por ese motivo, ya sea detrás o hacia el norte de la misma se habrían localizado los primeros refugios gauchos.

Ya en la época de los gauderíos, algunos años antes, se hablaba de una "republiqueta" de gauderíos en la zona de Cebollatí. En ese lugar, habían "fortificado los principales puntos con cañones, fosos y palizadas, en las estancias que eran de los indígenas guaraníes"










































Los gauchos de Güemes fueron una milicia nacional o milicia irregular comandada por Martín Miguel de Güemes, que cumplió un destacado papel en la Guerra de Independencia de Argentina en la frontera noroeste del país.

La milicia, organizada espontáneamente por Güemes, actuó en la región desde apenas iniciadas las hostilidades; ejerció una guerra de guerrillas, basada en su superior conocimiento del terreno, su excelencia ecuestre y la flexibilidad, atacando a las tropas realistas en posiciones desventajosas y diezmando sus provisiones, su equipo y su ganado, también utilizando tacticas nunca antes vista en la época, como ser ataques nocturnos, y ataques seguido de retiradas, con el fin de debilitar las tropas enemigas.. De acuerdo a José de San Martín, que informó de la situación al director José Gervasio de Posadas, las tropas de Joaquín de la Pezuela habían debido destinar una división entera a intentar paliar los daños infligidos por los milicianos. San Martín los incorporó al Ejército de los Andes, dando a Güemes el título de Comandante General de Avanzadas.

Sus integrantes se reclutaron entre los gauchos de la región. Estaba compuesta íntegramente por caballería, empleando las armas de las que se dispusiera, en especial el machete —reemplazando al sable de los ejércitos regulares— y el rifle. Estuvieron activos desde el comienzo de las hostilidades hasta la muerte de Güemes, pero intermitentemente, regresando a ejercer las tareas del campo entre actividades. No vestían de uniforme, llevando como distintivo un poncho punzó, y protegiéndose con guardamontes de cuero y petos del mismo material para sus monturas. Leopoldo Lugones dio en llamar luego a estos combates la guerra gaucha.

Se organizaban en escuadrones, divididos a su vez en compañías, acompañadas cada una de cirujano y capellán castrense. Actuaron conjuntamente con el Regimiento de Granaderos a Caballo y con el Regimiento de Cazadores a caballo en la campaña altoperuana. Tras el cambio táctico que llevó a San Martín a emprender el cruce de los Andes, se les sumó durante un tiempo una pequeña tropa boliviana dirigida por Juana Azurduy, heroína del alzamiento de Chuquisaca.
Los comandantes de Güemes en la frontera fueron el marqués de Yavi, Juan José Feliciano Alejo Fernández Campero, a cargo del flanco oriental de la Puna; Francisco Pérez de Uriondo, en Tarija; Manuel Arias, en Orán; y José María Pérez de Urdininea en Humahuaca. A Jujuy lo protegían los comandantes Bartolomé de la Corte, Domingo Arenas y José de la Quintana.




Soy gaucho y entiendanló.
Como mi lengua lo explica,
para mí la tierra es chica
y pudiera ser mayor.
Ni la víbora me pica,
ni quema mi frente el sol.

Mi gloria es vivir tan libre
como el pájaro del Cielo,
no hago nido en este suelo
ande hay tanto que sufrir;
y naides me ha de seguir
cuando yo remonte el vuelo.

'Yo no tengo en el amor
quien me venga con querellas,
como esas aves tan bellas
que saltan de rama en rama.
Yo hago del trébol mi cama
y me cubren las estrellas.

Y sepan cuantos me escuchan
de mis penas el relato
que nunca peleo ni mato
si no es por necesidá;

Y atiendan la relación
Que hace un gaucho perseguido,
que padre y marido ha sido
empeñoso y diligente,
y sin embargo la gente
lo tiene por un bandido.
y que a tanta alversidad
sólo me arrojó el mal trato.

Martín Fierro





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